Un sistema de control distribuido (DCS, por sus siglas en inglés) es un tipo de sistema de control de procesos utilizado en la industria. Se utiliza para controlar y monitorear procesos en tiempo real en una planta industrial, como la producción de productos químicos, petróleo y gas, energía, alimentos y bebidas, entre otros.
Un DCS se compone de un conjunto de controladores de proceso, estaciones de operación y una red de comunicaciones que conecta todos los componentes. Los controladores de proceso están diseñados para controlar y monitorear dispositivos específicos, como válvulas, bombas, sensores y otros equipos. Las estaciones de operación son interfaces de usuario que permiten a los operadores interactuar con el sistema y monitorear el proceso en tiempo real.
Algunos ejemplos de aplicación de un DCS incluyen:
En resumen, un DCS es un sistema de control de procesos utilizado en la industria para controlar y monitorear procesos en tiempo real en una planta industrial. El DCS se compone de un conjunto de controladores de proceso, estaciones de operación y una red de comunicaciones que conecta todos los componentes. La utilización de un DCS puede mejorar la eficiencia y la productividad de la planta industrial y garantizar la continuidad del proceso en caso de fallas de hardware o software.